Ni fuerza de voluntad, ni imposiciones. No hay un secreto mágico para ser más productivo de un momento a otro o de un día para otro. Lo cierto es que la porductividad es una habilidad que podemos entrenar. Por ello, si tu también estás buscando algunas ideas para trabajar tu capacidad de concentración y prouctividad, no te pierdas este artículo. A continuación te explicamos cómo ser más productivo. Y, además, recuerda que en Grupo Esneca Formación encontrarás una gran oferta formativa de calidad. Echa un vistazo a nuestras titulaciones.

¿Cómo ser más productivo?

Todos somos conscientes de que hay ciertas acciones que, aunque voluntarias o involuntarias, nos impiden ser todo lo productivos que quisiéramos ser. Por ejemplo, ese vistacillo al móvil cada 15 minutos es innecesario y puede romper nuestra concentración. Si tú también piensas que podrías ser más productivo y buscas algunos consejos para ponerte manos a la obra, quédate.

1-. Planes marcados

Improvisación y productividad, son, por lo general, dos conceptos que se repelen. Para ser más productivo, uno de los primeros pasos que puedes dar es convertir tu agenda en tu mejor amiga. Delimitar tus objetivos diarios o semanales te servirá para ver, objetivamente, la carga de trabajo que debes afrontar.

2-. Ajústate a los planes

Todos tenemos esa voz interior que, en algunas ocasiones, nos anima a “procrastinar” o atrasar ciertos objetivos. “Ya tendré tiempo”, solemos decirnos. Sin embargo, esta frase es una gran enemiga de la productividad. Lo mejor para conseguir ser más productivo es que sigas el plan establecido. Para ello, deberás aprender a priorizar tareas, denegar tu ayuda o delegar trabajo.

3-. Hábitos saludables

Lo leerás en todos y cada uno de los artículos que busques para mejorar tu productividad. Y es que es ineludible: mejorar tus hábitos repercutirá positivamente en tu nivel de concentración, fuerza de voluntad y determinación. Analiza si tu alimentación es lo suficientemente equilibrada para proporcionarte la energía y nutrientes necesarios. Ten en cuenta también cuánto café consumes, si tomas suficiente agua o si tienes un estilo de vida demasiado sedentario.

4-. Descanso y desconexión

Aunque lo podríamos haber juntado con el punto anterior, este apartado es tan relevante que merece estar por separado. Uno de los grandes errores que cometemos a la hora de ser más productivos es olvidarnos de que nuestra mente necesita descanso y desconexión. Es importante no agotar recursos y fuerzas, porque eso disminuye rápidamente la concentración y la fuerza de voluntad.

5-. Aislamiento voluntario temporal

Analiza qué franja del día eres más productivo y guárdatela como si fuera un tesoro. Durante este tiempo, aíslate y aleja notificaciones, emails, llamadas o visitas. Y por supuesto, nada de “contesto un momento este WhatsApp” o “por un segundo que mire el correo no pasará nada”. La concentración no entiende de interrupciones. Si sabes que de 10 a 12 rindes más, despeja todas tus otras interrupciones u obligaciones para el resto de jornada.